martes, 30 de noviembre de 2010

Si el Fantasma de Mailer levantara la cabeza

Los papeles de la CIA filtrados por Wikileaks caen sobre el epitafio de Norman Mailer como flores arrancadas de su propio jardín. De levantar la cabeza, el escritor que hizo certeza de la sospecha es probable que no llegara a inmutarse ante los secretos de Estado. Mucho menos se extrañaría por ello Harlot, el Fantasma literario que nos une fonéticamente a "Harvard", señalando así el primer centro de espionaje que el autor tuvo delante y del que nunca llegó a salir. Si hoy Mailer levantara la cabeza dirigiría un gesto de complicidad a Harlot con la misma simetría que su Fantasma sabría responder.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Si la Gioconda

Si de vez en cuando la Gioconda bajara la cabeza, descansaría de su sonrisa y de sí misma. Si de vez en cuando los vigilantes del museo le permitiesen unos minutos en el espejo de señoras, la joven florentina terminaría de una vez por todas con aquella mueca que Da Vinci le dejó a medias. Si ella fuera ella, podría acabar por estirarse la sonrisa en agradecimiento a la fidelidad de su público, como una celebrity más. Pero también, si la Gioconda bajara la cabeza, podría minimizar la expresión, pintarse una hermética línea que impidiera por los siglos de los siglos intuirse un hilo de aliento en la pintura. 

jueves, 25 de noviembre de 2010

Si Guillotin levantara la cabeza

Si Guillotin levantara la cabeza, nos enseñaría que entre el dicho y el hecho hay un limpio trecho. Un trecho limpio de marcas, un trecho sin leyenda. Si este médico y diputado francés, al levantar la barbilla, nos mostrase su cuello, entenderíamos que nunca fue ajusticiado en plaza pública, sino que murió por el contacto del carbunco (ántrax) en su hombro. Evidentemente, los resultados de la autopsia no son nuevos. La Wikipedia, en su labor colectiva por recopilar el saber de los sabedores, nos regala ésta y otras repuestas de Trivial, sobre ilustrados franceses y padres de la Enciclopedia. Si Joseph Ignace Guillotin levantara la cabeza, y descubriera que algún listo ha escrito el relato de su muerte a secas, sin derramamiento de sangre, no sólo inventaría el artilugio asesino que nunca llegó a inventar. Para mayor gloria, es posible que también decidiese pasar su barba por la gran cuchilla.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Sin Chomsky levantara la cabeza

Si Chomsky levantara la cabeza, de haber muerto algún día de estos, ¿contra quién la emprendería? ¿Otra vez contra los Estados Unidos de América? ¿Contra China? A todo esto, ¿sabría decirnos con exactitud quién es el enemigo? ¿Contra quién tendríamos que ir? Es la primera vez en la Historia de las Civilizaciones que tantas voces juntas comparten tanto silencio en red. Nunca tantas opiniones diversas, pero beligerantes y reivindicativas, habían compartido tantos espacios de encuentro. Y nunca antes toda esta masa de silencio activo se ha visto en la urgencia de salir a la calle para defender una causa justa. ¿Qué pasaría si todos fuéramos a una? Los tweets son pasos sigilosos en la noche, pero hay quien interrumpe la marcha.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Si Marconi levantara la cabeza


Si Marconi y sus coetáneos levantaran la cabeza, la bajarían inmediatamente para oír bajo la almohada los secretos que el transistor está emitiendo a esa hora. La hora en que los fantasmas de las casas aparecen en la escalera. La hora en que el camionero llama para decir que va en ruta. La hora del humor catalán en Radio Nacional. Si Marconi y los suyos levantaran la cabeza se alegrarían de que el paso del tiempo no hubiera acabado con ella, con la radio, y volverían a inventarla. Porque la radio de los nostálgicos se reinventa a toda prisa, adaptando la oferta de las ondas hacia un suculento combinado digital.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Si Zeppelin levantara la cabeza

Dejarse llevar por los vientos que soplan en los social media es placentero. Además de libertad, se siente la protección y el dominio de la burbuja. Escribir y borrar un post como éste no entraña dificultad. Podrían decirse tantas cosas como ninguna. Lo sospechoso es que siempre hay alguien leyéndolas. Alguien que generalmente no está haciendo aquello que tenía pensado hacer. ¿Por qué? Blogs, redes sociales, y aliados, además de quedarse con nuestra cartera, se están adueñando de algo más valioso, pero exactamente de qué.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Si McLuhan levantara la cabeza


Pocos se acuerdan hoy de los visionarios que vaticinaban un mundo sin fronteras. Un mundo enorme y diminuto que sería confeccionado a escala humana. Un mundo que McLuhan acertó en denominar "la aldea global". Hoy, no sé cuántos años después, todos paseamos por este fantástico pueblo invisible, saludándonos, y saliendo al encuentro, para seguir haciendo lo que bien sabemos hacer: nacer, crecer, envejecer y morir. Pero con más público delante, y menos pudor.