lunes, 13 de junio de 2011

Si Alan Moore levantara la cabeza

Si Alan Moore levantara la cabeza de su cómic, veríamos que su careta es la única que no lleva elástico. La única que la policía no busca, la única que no esconde una segunda identidad. Si al levantar la cabeza, a los Anonymus del mundo se les cayera la máscara de ficción, ¿estaríamos más cerca de la verdad, o sólo ante una ilusión?

domingo, 5 de junio de 2011

Si Federico levantara la cabeza

Si Federico levantara la cabeza, volvería a escribir "verde que te quiero verde", pero no como verso, sino como eslogan para una campaña en defensa del pepino. Ya no sería poeta, sino copy en una agencia de prestigio. Probablemente sus poemas llevarían la firma de grandes multinacionales, y por eso seguirían traduciéndose a todos los idiomas. Si Federico levantara la cabeza, y supiera de esta otra persecución, vería que hay cosas que nunca cambian, y no son como son. [¿El barco sobre la montaña y el caballo sobre la mar?] Así parece que no.

sábado, 21 de mayo de 2011

Si Gutenberg levantara la cabeza


Si Johannes Gutenberg levantara la cabeza, y viera la portada del Washington Post, pensaría que España es la dueña del mundo, y su pueblo, algo protestón. Pensaría que los españoles son gente heróica, valiente como un ejército con religión. Si al levantar la cabeza, el inventor de la imprenta entendiera que la revuelta se ha producido sin imprimir un ínfimo pasquín, pensaría que su negocio ya no sirve para organizar un motín.

martes, 29 de marzo de 2011

Si el Spam no fuera una lata


Si el Spam no fuera una lata, el skecth de los Monty Python jamás hubiera rozado los tres millones de reproducciones en Youtube. Si en aquella escena de restaurante que protagonizaban los humoristas británicos hubieran ofrecido otra cosa diferente al "Spam, Spam, Spam", entonces, la empresa charcutera Hormel Foods, líder del avituallamiento en la Segunda Guerra Mundial, jamás hubiera obtenido el renombre que tiene hoy. Si el Spam no fuera una lata provechosa y con propiedad, nunca husmearíamos en el correo basura ante casos de extrema necesidad.

viernes, 18 de marzo de 2011

Si Roberto Carlos se quedara sin amigos

Si Roberto Carlos se quedara sin amigos, moriría el mito, pero sobreviviría el hombre. Su caso, a pesar de la gravedad, sería silenciado ante los social media temiendo el estallido de la burbuja especulativa de los afectos. Aislarían al cantante, lo pondrían bajo tratamiento SEO, hasta que felizmente los niveles de followers hubieran sido restablecidos. Si Roberto Carlos se quedara sin amigos, seguramente aprovecharía el retiro musical para rehacer la letra de la famosa canción.

sábado, 12 de marzo de 2011

Si Orson Welles tuviera una cuenta en Twitter

Si el terremoto de Japón hubiera zarandeado la vocación dormida de Orson Welles, sin duda alguna éste habría deseado tener una cuenta en Twitter. A trancas y barrancas habría conseguido meter el megáfono de director por los entresijos de las redes sociales. Habría retweeteado hasta la saciedad por hospitales, albergues, estaciones, aeropuertos. No habría pegado ojo, pero al final habría encontrado a los verdaderos protagonistas, como ya hiciera aquella supuesta vez en 1938, frente al micrófono de la CBS. Si Orson Welles levantara la cabeza, y hubiera deseado narrar la tragedia en directo, se habría encontrado con miles de competidores retransmitiendo al unísono y por el mismo canal.

lunes, 7 de marzo de 2011

Si los políticos tuvieran rayos X en los ojos


Si los políticos tuvieran rayos X en los ojos, no gastarían tremendo capital en encuestas. Verían por sí solos la realidad cual es, y quizá un poco más acá. Además de confirmar las intrigas de palacio, leerían el pensamiento de los díscolos, embaucadores y oportunistas. Sabrían con exactitud qué piensan sus electores, también sus miedos, amenazas y gustos. En resumidas cuentas, tendrían el mundo entero y desnudo a sus pies. Si los políticos tuvieran poderes sobrenaturales tampoco necesitarían demostrar cordialidad dos punto cero a todas horas porque entenderían que en ocasiones "-" equivale a muchííísimo "+".

lunes, 21 de febrero de 2011

Si aquel hombre no hubiera visto lo que vio

Si aquel hombre no hubiera visto lo que vio, su mente no habría salido corriendo a chapotear en el estanque como hace un niño. Se habría quedado delante de la cancela, calculando los años que habrían pasado desde la última vez de aquel paseo de yerbas y olvido. Habría reparado en el abandono al que las autoridades locales habían sometido al antiguo balneario, se habría al menos molestado. Pero aquel hombre no emitió ninguna queja porque las aguas seguían saliendo de su memoria como chorros medicinales que alivian el luto por la infancia. Todo estaba en su sitio, cuarenta años atrás.

lunes, 14 de febrero de 2011

Si el corazón estuviera en el hígado

Si el corazón estuviera en el hígado, los médicos no tardarían tanto en llegar a un verdadero diagnóstico. Cirrosis de amores, cierren al paciente. Si el corazón estuviera en el estómago, los médicos recomendarían protectores contra la congoja ulcerosa.Y si estuviera en el colon, tendríamos la explicación exacta de por qué la gente se irrita con tanta facilidad. Pero, por razones que Intereconomía no entiende, el corazón ha querido alinearse a la izquierda: ¿puro marketing, o es que Zapatero anda detrás?

martes, 8 de febrero de 2011

Si los optimistas fueran unos yonkis

Hace tiempo que todo eso que nunca llega ya ha pasado. Ya no hay nada que esperar. El viejo hábito de emborracharse con la mitad vacía de la botella, finalmente nos ha confirmado que los tragos de aire, a la larga, dan más sed. Es el sino de un optimista aficionado a despistarse de la realidad que vive; de alguien que flota o sobrevive gracias a un chaleco salvavidas inflado en su cerebro: que sube, que baja, sin despeinarse. Si los optimistas fueran en realidad unos yonkis, alguien ya habría dado el chivatazo. La policía, dicen, no es tonta.

viernes, 28 de enero de 2011

Si las comparaciones no fueran odiosas

Si no fueran odiosas, el mundo jamás se hubiera rendido a sus pies. Diana, Camilla, ahora Kate junto al príncipe Guillermo. La crónica cortesana se narra a pies de alcantarilla fluyendo en directo como aguas de cloaca recorriendo la subterránea intimidad de un barrio cualquiera. No hay más que encender la tele un rato. La cosa no es tanto hablar de ellas, como tensar el enfrentamiento o medirlas. Coronarlas o quemarlas.  Odiarlas o amarlas para siempre, aunque hayan sido lo que son: la Esteban, la Campanario, la Trapote. Ninguna se explica sin la otra, lo mismo que lo blanco no es blanco sin lo negro, obviamente. Si las comparaciones no fueran odiosas, no existiría la envidia femenina, lo que en el fondo no deja de ser un sentimiento secreto y profundo de admiración hacia la adversaria. Sí, es algo retorcido, pero qué le vamos a hacer. Una también es mujer.

lunes, 17 de enero de 2011

Si el loco del pueblo dejara de decir las cosas que dice

Si el loco del pueblo, ese que espera en bicicleta a la salida de los colegios, dejara de decir las cosas que dice a viva voz. Si una de tantas mañanas azules, el hombre que anda raro dejara de regalar a las señoras, una por una, las flores que roba en las iglesias. Si igualmente, una por una, dejara de estrechar las manos de los hombres con que se cruza a diario. Si dejara de ocupar su esquina y desapareciera -Dios no lo quiera-, fijo que cualquier cuerdo recién salido de la cola del Inem vendría a ocupar su defectuoso puesto con tal de que el engranaje siguiera adelante, con tal de darle sentido al desvarío. Si el loco del pueblo dejara de ser -también en Internet- portavoz de lo que todo el mundo piensa, pero que nadie dice, dejaría entonces de darle cuerda a la razón.

miércoles, 12 de enero de 2011

Si Robin Hood se presentara a las elecciones

Si Robin Hood se presentara a las elecciones, yo también lo votaría. Pero no por guapo, ni por listo, ni por bueno. Ni tan siquiera porque al final se queda con la chica. Lo votaría por no votar a ningún partido conocido, y también por ver en La Sexta cómo el ladrón de ladrones expropia a las ricas esposas de este país. Si Robin de los Bosques se presentara a las próximas, su equipo de campaña eliminaría la palabra "crisis" de los discursos para hacer diana en la burbuja del desánimo. Si la personificación del sentido común se presentara a las elecciones, lograría congregar los votos del interés individual.

miércoles, 5 de enero de 2011

Si los reyes existieran de verdad

Si los reyes existieran de verdad, mañana tendría un regalo sorpresa plantado a los pies de un hipotético abeto. Pero los reyes no existen, y, por buena que haya sido, tampoco de la Zarzuela harán esta noche reparto a domicilio. Es lo que tiene ser plebe: que somos muchos para un presupuesto ajustado al protocolo. En este país no tenemos reyes, pero sí monarcas, por eso subvencionamos entre todos el carbón. Si los reyes existieran de verdad -se me ocurre- esta noche doña Letizia no tendría que beberse la leche del camello.

lunes, 3 de enero de 2011

Si el Lazarillo tuviera derechos de autor

  
Si el Lazarillo tuviera derechos de autor, el pobre pícaro tendría al menos un nombre que echarse a la boca para maldecir su destino. ¿No es lo que hacen los hijos con sus padres? Desagradecidos los hijos, desafortunados los padres, ¿o es al revés? Al no darle ese derecho, el autor que no se atrevió a firmar su libro puso en manos del tiempo la crianza de su obra. Mientras las uvas del ciego envejecían con solera, los amos de medio pelo perdían capas y sombreros, de taberna en taberna, y así hasta nuestros días en que los viejos tesoros se conservan más allá de sospechosas autorías.