domingo, 28 de noviembre de 2010

Si la Gioconda

Si de vez en cuando la Gioconda bajara la cabeza, descansaría de su sonrisa y de sí misma. Si de vez en cuando los vigilantes del museo le permitiesen unos minutos en el espejo de señoras, la joven florentina terminaría de una vez por todas con aquella mueca que Da Vinci le dejó a medias. Si ella fuera ella, podría acabar por estirarse la sonrisa en agradecimiento a la fidelidad de su público, como una celebrity más. Pero también, si la Gioconda bajara la cabeza, podría minimizar la expresión, pintarse una hermética línea que impidiera por los siglos de los siglos intuirse un hilo de aliento en la pintura. 

3 comentarios:

  1. Por alguna razón que desconozco, nunca me ha caido bien esta señorita: es decir, nunca me ha caido bien este cuadro, este gesto, esta mirada, esta oscura altanería. Tal vez Leonardo -sin ser consciente de ello, claro- anticipó lo que hoy son las las miradas gélidas sin alma de, por ejemplo, las estrellas de las pasarelas de moda.
    No sé.

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  2. Auténticas pasarelas de vanidades. A qué vendrá este empeño absurdo por darle vida a los seres inertes y arrebatársela a los vivos. Paseante, me gusta mucho su blog.

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  3. Y al final siempre intentan justificar estos cuadros desde el punto de vista médico que es de lo más moderno y objetivo. Que si tenía parálisis facial, que podría tener un trastorno alimenticio, que si...

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