jueves, 30 de diciembre de 2010

Si prescindiéramos de la familia en Navidad

Si prescindiéramos de la familia en Navidad, otro gallo nos cantaría en Nochebuena. Veríamos al fin caducar el anuncio de El Almendro, y quién sabe si también tendríamos la fiesta en paz, que ya nos la vamos mereciendo. Pero el ser humano se boicotea una y otra vez, también por Navidad, y vuelve a hacer tradición de la tradición aunque ésta vaya en contra del sentido común. Si prescindiéramos de la familia en Navidad y dejáramos de sentarnos a la mesa con nuestros queridos parientes, el mundo estaría en peligro ante el lanzamiento indiscriminado de cuchillos y dardos envenenados. Si las familias no se reunieran por Navidad, no podrían decir durante el resto del año: "¡qué bello es vivir!".

4 comentarios:

  1. Por lo que no nos queda más remedio que decir: "¡qué bello es beber!"

    ResponderEliminar
  2. Apreciado San Ateo, esa misma letra deben estar cantando los peces en el río.

    ResponderEliminar
  3. No hay mal que por bien no venga, que se suele decir. Feliz año y paciencia, muuucha paciencia.

    ResponderEliminar